|
|
«Creo que una brizna de yerba no es menos
que el camino que recorren las estrellas.
Y que la hormiga
es perfecta.
Y que también lo son el grano de arena
y el huevo del zorzal.
Y que la rana
es una obra maestra, digna de las más altas.
Y que la zarzamora podría adornar los salones del cielo.
Y que la
menor articulación de mi mano
puede humillar a todas las máquinas.
Y que una vaca, paciendo con la
cabeza baja,
supera a todas las estatuas.
Y que un ratón, es un milagro
capaz de asombrar
a millones de incrédulos.»
Este es un canto de amor y respeto
a la más grande de todas las maravillas, que es la vida humana.
Y yo también lo creo.
|
Ello supone la segunda aparición de Joan Manuel Serrat en la pequeña pantalla. En el Especial
montado a efectos de promocionar al nuevo valor, Serrat interpreta cuatro canciones en catalán y
otras cuatro en castellano: "Cançó de matinada", "Paraules d'amor", "Ara que tinc vint anys",
"Me'n vaig a peu", "El titiritero", "Poema de amor", "Mis gaviotas", y por supuesto el "La, la, la".
Recuerdo que me gustó mucho el tema 
Junto a Campesina, la canción 
Es el programa que todos sus fieles y seguidores deseábamos hace años. Es el programa de recuperación de
Serrat para la televisión, porque «no podremos esperar otros trece años para verle de nuevo».
Joan Manuel Serrat interpretó las siguientes canciones: "Visca el amor", "A Usted", "Cantares", "Pare", "Para la libertad",
"A quien corresponda", "Uno de mi calle me ha dicho...", "Aquellas pequeñas cosas", "Temps era
temps", "Esos locos bajitos", "Mediterráneo" y "Hoy puede ser un gran día".
Contaba con un guión muy elaborado y resultaron muy apreciables las intervenciones de Fernando
García Tola, a modo de un "Pepito Grillo con malévolas insinuaciones". De igual forma, la bella
actriz Cyra Toledo encarnaba el papel de una "fan" de Serrat que unas veces lo perseguía y en otras,
era ella la perseguida por el cantante.
La escena más comentada fue la imagen final: 
de las Ventas de Madrid que a la vez suponía la clausura de los Conciertos de los Veranos de la Villa. La
realización fue de Fernando Navarrete y la producción de José Carbajo.
Los quince temas que interpretó fueron:
El hecho de que el recital se celebrara ante un público cataloparlante, influyó sobremanera en
que la gran mayoría de temas fuera en catalán, para regocijo de todos los que pensamos que Serrat
da su mejor medida cuando canta en su idioma paterno.
En esta ocasión, los músicos fueron: Ricard Miralles (piano y
dirección musical), Albert Cubero (guitarras), Jordi Clua (bajo), Xavier Capellas (teclados)
y Francesc Rabassa (batería)
compañía... Aquí me tienen, en el Lope de Vega, después de muchos años de desear regresar a este
teatro, de poder perderme entre las luces y las sombras que los teatros siempre tienen...»
Acompañaron a Joan Manuel en el recital los músicos Xavier Capellas, Albert Cubero, Jordi Clua,
Francesc Rabassa y Ricard Miralles. Al término del concierto, Serrat agradeció al público en su
nombre y en el de sus músicos, «su complicidad, su cariño y su afecto, sin los cuales no hubiera
podido llevarse a cabo el espectáculo».
slogan.
Uno de los momentos más recordados fue cuando Serrat interpretó el tema
a comenzar. Con unas condiciones que te animaran claro, pero... algunos no se pueden quejar».
Los temas que Joan Manuel Serrat interpretó fueron los siguientes:
"La paloma", "Te guste o no", "Mensajes de amor de curso legal", "Toca madera", "Per què la gent
s'avorreix tant?", "Los fantasmas del Roxy", "Niño silvestre", "La gente va muy bien", "Cantares",
"Entre un hola y un adiós", "De cartón piedra", "Aquellas pequeñas cosas", "Benito", "Mediterráneo"
y "La saeta".
Como novedad, la presencia entre los músicos de una mujer, la canaria
Guayarmina Calvo que estaba a cargo de los teclados. La dirección musical y el piano fueron cosa del
argentino Horacio Icasto. Junto a ellos, Jordi Bonell a las guitarras, Víctor Merlo al bajo eléctrico
y contrabajo, Walter Fraza en la percusión y Guillermo McGill en la batería.
De todos los temas que Serrat cantó esa bendita noche, se emitieron
los siguientes: "A la vora de la nit", "Noia de porcellana", "El sete cel", L'estaca", "Quan
erem infants", "Que volen aquesta gent?", "L'home del carrer", "Blues en sol (cantat en mi)",
"L'amor que vindra", "Me'n vaig a peu", "D'un temps, d'un país" y "Anirem tots cap al cel".
El programa finaliza con las imágenes de la quema de todos los decorados del
concierto, para siempre "fugaz e irrepetible".
Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel y Miguel Ríos protagonizaron
una hora de grandioso espectáculo. Una tras otra fueron interpretando diferentes y variadas
canciones hasta completar veintiséis. Fueron éstas: "Hoy puede ser un gran día", "Canción pequeña",
"España camisa blanca", "Lucía", "Marilyn Monroe", "Blues del autobús", "Quiero abrazarte tanto",
"Cuélebre", "Contamíname", "Aquellas pequeñas cosas", "No voy en tren", "El río", "Sólo le pido
a Dios", "Penélope", "Mientras el cuerpo aguante", "Cantares", "La plaga", "Estremécete", "Locomotion",
"El rock de la cárcel", "Paraules d'amor", "Mediterráneo", "Cruzar los brazos", "A la sombra de
un león", "Fiesta" e "Himno a la alegría".
Comentario especial para la actuación de Serrat al cantar 
Es un programa repleto de sorpresas en las que Joan Manuel ejerce
su oficio de cantar, pero esta vez hay en su persona un toque más humano, más íntimo, con una
mayor capacidad para transmitir su aura y sus sentimientos. Serrat se siente cómodo, a gusto. Y todos
ganamos con ello. Casi descubrimos al "suplente" del que habla en su canción 
su vida pasada («mi vida está llena de incidentes, de peleas, de errores, de búsquedas, pero sobre todo está
llena de cariño, repleta de afectos; mi familia es fundamental para mi propia supervivencia»),
sus películas («mi mayor éxito en el cine ha sido las veces que intervine haciendo de extra»),
su antiguo oficio de sexador de pollos («yo me apuntaba a todas las becas»), el humor («no hay
nada que me guste de verdad sin que haya risa por el medio»), de la memoria («las canciones me
transportan a lo largo del tiempo y la distancia casi inmediatamente»), sus intenciones («yo escribo
canciones para que la gente las cante, sean profesionales o no»), y sobre su opinión sobre sus
hermanos del otro lado del Atlántico («Latinoamérica me ha dado cobijo en el exilio y cariño en
la vida cotidiana», «siempre digo que me considero un latinoamericano de Barcelona»).
Según confesó, a Serrat no le gustan mucho las sorpresas, pero accedió
encantado a la invitación que le hicieron tres mujeres desde el escenario para que cantase
con ellas. Eran Ana Belén, Concha Velasco y la cantante israelí Noa. Los cuatro interpretaron
Y más rarezas. Miguel Bosé convence a Serrat para que cante
Además de todo ello, Joan Manuel nos regala algunas perlas: canta un
tango 
